"Lo que no se convierte en recuerdo, no fué"

25 abr 2010

Haciéndote recordar...

Siempre he pensado que, cuando todo falta, cuando estás sumido en la mayor de las tristezas, cuando la soledad te persigue como si de tu propia sombra se tratara, cuando transcurren los años y sientes que tu vida se apaga, siempre puedes refugiarte en los recuerdos.
Fotocopias de los momentos vividos. Imágenes que se suceden en nuestra cabeza que, con mayor o menor dósis de realidad ( por aquella tendencia a modificarlos a nuestro antojo) afloran justo en los momentos de mayor debilidad, o que, por el contrario, aparecen en el momento preciso para alegrarnos el día.
Los recuerdos tienen la capacidad y la fuerza de transportarnos hasta momentos ya vividos. Pueden traer consigo olores, sensaciones, sonidos,… Pueden hacer que recordemos como nos sentíamos a los brazos de aquella persona que perdimos, que revivamos como olía el after-save de él, o como sonaba la risa de la amiga con la que perdimos el contacto. Tienen el poder hacernos caer en la mayor de las miserias en un microsegundo, o por el contrario hacernos reír a carcajadas simplemente rebuscando en ese cajón de los momentos olvidados que se depositan, sin que nadie los pusiera allí, en algún rincón de nuestra mente.
Pero ¿qué pasa cuando no queda ni eso?...

Sé que si recordaras todo lo que has vivido serías un poco más feliz que hoy…
Si tu mente te permitiera acordarte de tu infancia humilde junto a tus hermanos, y de cómo jugaban con una pelota hecha con cualquier cosa… tal vez encontrarías momentos de felicidad ,sólo, en tu habitación, evocando aquellos días.
Si fueras capaz de retroceder a tu juventud y rememorar lo grande que fuiste en épocas pasadas, de tus logros y victorias (que siempre te han llenado de orgullo, igual que a tus descendientes) vivirías aún contándonos historias de tus viajes.
Llámame conformista, pero me bastaría que pudieras amanecer en tu casa, sabiendo que es tu casa, que la pagaste tú (no con poco esfuerzos) …que esa que está sentada en el sillón de la tele es tu mujer que te dio tres hijos y otros tantos nietos que te adoran… Que a tus años, ya no tienes que trabajar más, no tienes responsabilidades y solo tienes que ser feliz…

Por eso cada día te lo digo, te lo repito hasta que me dices que lo sabes. Aprovecho cada instante para reiterarlo, gritarlo, cantarlo, preguntártelo… Te digo que Te Quiero, y que no te voy a dejar solo.
Me siento contigo en la cama y te cuento momentos que vivimos juntos y otros tantos que sé de tu vida. Y mientras lo hago no paro de mirarte, esperando que un gesto me diga que te acuerdas. Busco en tus azules ojos (aunque tú dices que el color se te ha ido desgastando), algún tipo de señal que me transmita algo de complicidad… Y en ocasiones encuentro eso que busco, pero esa fantasía dura apenas un par de minutos…un par de minutos que me valen para el resto del día.

3 comentarios:

  1. Que sepas que me parece una entrada preciosa, Me encanta. Con sinceridad! ^^ :)

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  2. sobreviví a una vida pasada de recuerdos ingratos gracias a la creación de muchos recuerdos nuevos. De hecho cada vez que me flaqueaban las fuerzas pensando en lo que no debí haber hecho/dicho o en dar marcha atrás a una muy buena decisión que a veces me parecía la peor de mi vida, mi lema era: "recuerdos nuevos, recuerdos nuevos". Gracias por recordarme que la vida sigue gracias a cada recuerdo que vamos generando y que las experiencias nos hacen más fuertes a la vez que más sensitivos a lo que realmente importa.
    Un besos muy fuerte (o como dirían los ingleses XOXO, que no shoshou, eh?)

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  3. Muchísimas gracias a las dos!! D

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